Dominga nace a partir de mi búsqueda por un trabajo que tuviera un propósito, en este viaje decidí ir a trabajar a Vancouver en la cervecería mega chida de mi primo. Ahí es donde me tocó aprender a hacer kombucha, me enamoré desde el primer día, no solo por su sabor y sus beneficios, si no también por la experiencia que es trabajar con un alimento vivo que va transformándose.
Para no hacerles el cuento largo, espero que el contrabando de un scoby escondido en mi maleta desde Canadá haya valido la pena y que disfruten, igual que yo, el sabor y la vibra de esta deliciosa bebida.
Angélica - CEO
Me convertí en amante de la kombucha desde que di mi primer trago, todavía me acuerdo que las visitas a casa de mi mejor amiga consistían en que su hermana mayor, Dominique, me diera diferentes pruebas que fermentaba en su cocina, me contara sobre el desarrollo del producto y me pidiera salir en las fotos de la publicidad. Lo que comenzó en una amistad nos llevó a ser socias de este producto tan maravilloso que busca ser una opción para las personas que buscamos bebidas sabrosasitas y sanas.